Letanía por las Vocaciones

1

Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial,
Ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo Redentor del mundo
Ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu Santo.
Ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios
Ten misericordia de nosotros.
Santa María
Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios
Ruega por nosotros.
Santa Virgen de las vírgenes
Ruega por nosotros.
San Miguel Arcángel,
Ruega por nosotros.
San Gabriel, mensajero del plan divino de Dios,
Ruega por nosotros
San Rafael, compañero del camino,
Ruega por nosotros
Todos los santos ángeles y arcángeles,
Rueguen por nosotros
San José, protector de la Santa Iglesia
Ruega por nosotros.
San Juan Vianney, patrono de los sacerdotes,
Ruega por nosotros.
San Luis Gonzaga, patrono de los jóvenes,
Ruega por nosotros
San Alfonso María de Liguorio, patrono de las vocaciones,
Ruega por nosotros.
San Carlos Borromeo, patrono de los seminaristas,
Ruega por nosotros.
San Tarsicio, patrono de los monaguillos,
Ruega por nosotros.
Santa María Goretti, patrona de los adolescentes,
Ruega por nosotros.
San Francisco de Sales, patrono de la arquidiócesis,
Reuga por nosotros.
Todos los hombres y mujeres santas,
Rueguen por nosotros.
Ten piedad de nosotros,
Perdónanos, Señor.
Ten piedad de nosotros,
Escúchanos, Señor.
Por tu misericordia,
Envía, Señor, obreros a tu mies.
Por tu bondad,
Envía, Señor, obreros a tu mies.
Por la ferviente oración y sacrificios de tu Pueblo,
Envía, Señor, obreros a tu mies.
Por el poder del Santo Sacrificio de la Misa,
Envía, Señor, obreros a tu mies.
Por la intercesión de todos los ángeles y santos,
Envía, Señor, obreros a tu mies.
Por la santificación de la familia,
Envía, Señor, obreros a tu mies.
Por los padres generosos abiertos a la vida,
Envía, Señor, obreros a tu mies.
Por los sacerdotes, religiosos y religiosas que luchan por la santidad,
Envía, Señor, obreros a tu mies.
Por un sentido renovado de fidelidad hacia nuestra fe católica,
Envía, Señor, obreros a tu mies.
Para que los jóvenes busquen vivir la verdad en Cristo,
Señor, amo de la cosecha, escúchanos.
Para que los jóvenes busquen la volundad de Dios en sus vidas,
Señor, amo de la cosecha, escúchanos.
Para que los jóvenes escuchen el llamado a entregar sus vidas a la misión de la Iglesia,
Señor, amo de la cosecha, escúchanos.
Para que todos los sacerdotes, religiosos y religiosas sean renovados en el espíritu de la nueva
evangelización, Señor, amo de la cosecha, escúchanos.
Para que los Obispos sean fortalecidos como pastores de la Iglesia,
Señor, amo de la cosecha, escúchanos.
Para que siempre oremos y promovamos las vocaciones,
Señor, amo de la cosecha, escúchanos.
Para que los que sean llamados al sacerdocio o la vida religiosa respondan con generosidad,
Señor, amo de la cosecha, escúchanos.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros.
La mies es mucha, los obreros pocos,
Envía, Señor, obreros a tu mies.


Oremos:

Señor, Tú quien llamaste a los apóstoles para que hicieran discípulos en todas la naciones y quien
nos has llamado por medio de nuestro Bautismo y Confirmación para construir Tu Santa Iglesia, te
imploramos que escogas de entre nosotros, Tus hijos, muchos sacerdotes, religiosos y religiosas que
te amen con todo su corazón y que dediquen sus vidas con amor y felicidad a proclamar tu nombre.

Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.


Oración por Vocaciones (Arzobispo José A. Fiorenza)

Amoroso y bendito Dios, Padre de todos, Tú siempre bendices en todo momento a tu pueblo
y estás al pendiente de sus necesidades a través de tu providencial cuidado. Tu Iglesia
continuamente necesita sacerdotes, religiosos y religiosas que ofrezcan su vida al servicio del
Evangelio. Abre los corazones de nuestros hijos e hijas para que sientan tu llamado. Dales el
don del entendimiento para que puedan aceptar la invitación de servirte a ti y a tu Iglesia.
Dales el don de la decisión para seguir tu llamado. Concédeles tener el espíritu del joven
Samuel quien encontró el pleno desarrollo de su vida cuando te dijo: “Habla, Señor, que tu
siervo te escucha.” Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor y Redentor. Amén.

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Hermanas Franciscanas

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