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Oración por la vocaciones franciscanas

Pedid y se os dará
Señor Dios nuestro,
haz que el clamar de tu voz
llegue a muchos,
que se levanten y vivan u nidos a ti,
como lo hizo tu siervo San Francisco de Asís.

Prepara sus corazones con tu palabra,
de modo que se dispongan
a construir tu Iglesia
y a anunciar a todos la paz y el bien.

Señor, que los que reciban la gracia
de la llamada
a la vidafranciscana
no se canse de escuchar tu voz
para que puedan cumplir así
tu santo y verz mandamiento.

Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén





Oración por las vocaciones

Autor: Siervo de Dios Mons. Luis María Martínez


Oh Jesús, Pastor Eterno de las almas!
Dígnate mirar con ojos de misericordia a esta porción de tu grey amada. Señor, gemimos en la orfandad. Danos vocaciones. Danos sacerdotes y religiosos santos. Te lo pedimos por la intercesión de Santa María de Guadalupe, tu dulce y santa Madre.
¡Oh Jesús, danos sacerdotes y religiosos, según tu Corazón!


Dios, Padre y Pastor
de todos los hombres,
Tú quieres que no falten hoy día,
hombres y mujeres de fe,
que consagren sus vidas
al servicio del evangelio
y al cuidado de la Iglesia.

Haz que tu Espíritu Santo
ilumine los corazones,
y fortalezca las voluntades de tus fieles,
para que, acogiendo tu llamado,
lleguen a ser los Sacerdotes y Diáconos,
Religiosos, Religiosas y Consagrados
que tu Pueblo necesita.

La cosecha es abundante, y los operarios pocos.
Envía, Señor, operarios a tu mies.

Amén


Señor de mi vocación

Autor: Padre Norberto Alcover sj


Señor de mi vocación
Señor de mi vocación, acá estoy como antaño,
esperando que me empujes,
deseando que me alientes,
rogándote que me sostengas;
porque he dejado jirones de tu llamada en el camino
y experimento la tristeza de la infidelidad;
porque me he entregado a los demás con egoísmo
y experimento la vergüenza de mi mentira;
porque he huido una y otra vez del dolor,
y experimento el dolor de la cobardía.
Señor de mi vocación, acá estoy como antaño,
para entregarte los despojos de mi batalla:
signo de mi debilidad culpable
y signo de mi valentía entusiasta.
Si me he arriesgado, ha sido por ti.
Si he peleado, ha sido por ti.
Si he sido vencido, ha sido por ti.
No es válida excusa, pero sí humilde confesión.
Señor de mi vocación, sigue siendo mi único Señor.
Que no me venda a nada ni a nadie.
Que no me canse jamás.
Que mi testimonio seas siempre tú.
Que al anochecer de cada día,
pueda sentir tu mirada en la mía,
como bastón poderoso para mi limitación.
Señor de mi vocación, acá estoy como antaño,
diciéndote de nuevo que sí.

Oración por las vocaciones

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